jueves, 26 de marzo de 2009


24 de marzo de 1976/24 de marzo de 2009
Programa especial de “La Voz de Irie”
(SEGUNDA PARTE: Consecuencias actuales de la dictadura)



SECUELAS: EL SISTEMA JUDICIAL
¿Qué secuelas nos quedan de la dictadura de 1976? A 33 años de la más sangrienta dictadura que vivió el pueblo argentino todavía hay muchas marcas que nos quedan en el cuerpo social y que nos duelen. Las heridas tardan en cicatrizar (sobre todo las del alma) pero a diferencia de las heridas orgánicas que con el tiempo cicatrizan solas o naturalmente, las grandes heridas históricas requieren la acción, la voluntad, el esfuerzo y el compromiso de todos los ciudadanos.
Pero hay sectores que no quieren cicatrizar viejas heridas.
La reapertura de los juicios a represores y cómplices de la dictadura es un buen ejemplo. Hay quienes quieren que los juicios avancen y hay quienes prefieren que no. Jueces incluso. Durante la gestión del ex presidente Néstor Kirchner se anularon las leyes de obediencia de vida y de punto final, que daban impunidad a los genocidas. Esta medida desde el gobierno generó un montón de consecuencias hacia el interior de la sociedad como debates, discusiones y sobre todo una puesta a prueba de en qué condiciones se encontraba el poder judicial para llevar a cabo semejante tarea. En todo esto se encuentra lo que llamamos el proceso de cicatrización, o al menos una parte importante de él. Y ya saltan a la vista muchas cosas importantes: los juicios avanzan lento. El sistema judicial necesita ser revisado y mejorado. Este es un debate central que se destapó gracias a que hoy hay un Estado que se hace cargo de los grandes errores cometidos por otros en el pasado, pero también desde el Estado. Por eso no se comprende a personajes mediáticos como Luis Zamora que hasta se atreve a criticar la anulación de las leyes de obediencia de vida y de punto final diciendo que fueron medidas demagógicas ya que “el presidente sabía que contábamos con un sistema judicial incompetente”. Justamente eso es lo que, gracias a dichas medidas, hoy se está pudiendo cuestionar. Y así avanza la cicatrización.

SECUELAS: UN MODELO CULTURAL
Lo más importante de la cicatrización se da cuando la sociedad se apropia del debate.
Es allí donde comienza a saltar el pus. Porque la dictadura de 1976 a 1983 no sirvió sólo para implementar un modelo económico neoliberal sino también un modelo cultural. Un sistema de valores que luego se consolidó con la década del noventa menemista. Un sistema de valores que se nos metió tan profundo que hoy nos cuesta diferenciarlo de nuestra alma. Pasamos de una sociedad en la que la organización junto al otro y el compromiso con el otro eran valores fundamentales a una sociedad en la que el individualismo y el descompromiso son lo más importante. Cada cual por su lado. Pasamos del nosotros al yo. De la comunidad organizada que lucha por sus derechos al papel de consumidores en el mercado. Pasamos de ser sujetos a ser objetos de la sociedad, como dicen los filósofos. Y todo esto se resume en que el valor de la participación de a poco fue desapareciendo. Porque nos dijeron “cuidado, no te metás”. Preocupate solo por lo tuyo. Quedate en tu casita. Así los espacios públicos se fueron olvidando. Les creció el pasto a las plazas y las canchas. A las instituciones sociales como las sociedades de fomento o los clubes les agarró artrosis y les costó moverse. La política, como ese espacio de encuentro, reflexión y toma de desición con el otro fue manchada y desprestigiada.
Hoy el pus de una sociedad que se debate salta como hace tiempo no saltaba. Lo dijeron los intelectuales del espacio llamado carta abierta: “Hay una vuelta a escena de lo político. Hoy volvemos a discutir de política”. Aunque los medios se empeñen en lo contrario. Ellos parecieran preferir que las heridas no cierren. Estas semanas el pus estuvo saliendo a chorros (evidenciando lo grave de las heridas) en la discusión por el tema de la inseguridad. La posibilidad de la pena de muerte llegó a estar en boca de muchos. “Que se dejen de joder con el tema de los derechos humanos”, llegaron a decir. Una diva de la televisión propuso la vuelta a la colimba para alejar a los chicos del paco. “Salís y te asesinan… te obligan a vivir en un cantry”, el pus sigue saliendo. Acá vemos en su versión más cruda la imagen de una sociedad individualista. Terrible secuela de la dictadura. Si no fuera así el debate no pasaría por la mano dura sino por pensar cómo incluir a los más desprotegidos.



SECUELAS: LEY DE RADIODIFUSIÓN
La ley de Radiodifusión es una secuela de la dictadura muy dolorosa. Que ni siquiera fue ley sino un decreto militar. Se podría decir que hoy el sistema de medios de comunicación es una de las peores infecciones que le quedan a la democracia argentina.
La ley de radiodifusión regula el manejo de los medios de comunicación. La dictadura la concibió para poder tener bajo control y sometida a toda la sociedad con la excusa de la lucha antiterrorista y anticomunista. Menem empeoró la ley favoreciendo la concentración y el monopolio. La concentración en el manejo de los medios y la falta de pluralidad de voces van en contra de la libertad de expresión y de la democracia en sí. Sobre todo en una época en la que los grandes medios parecen haber reemplazado el lugar que tenían antes los partidos políticos. Hoy son vidriera de los candidatos que a ellos les interesa publicitar.
Pero tal vez lo más peligroso de la actual situación de los medios es que no generan debate. Para hacerlo deberían reflejar en igualdad de condiciones todas las miradas y las voces que hay sobre un tema y no insistir siempre con una misma perspectiva de las cosas. Más que nada en un momento histórico en que el país necesita de un profundo debate real para cicatrizar heridas, fortalecer la memoria y discutir qué modelo de país queremos para los próximos 25 años. La presidenta Cristina Fernández presentó el miércoles pasado el preproyecto para una nueva ley de radiodifusión más democrática. Pero los grandes medios se hicieron los sordos y esquivan el debate porque no les conviene a sus intereses económicos. Habrá que ver de qué maneras alternativas la ciudadanía se las ingenia para discutir y enriquecer el proyecto. En ese sentido Marioto (uno de los ideólogos del proyecto de la nueva ley) anunció la apertura de foros sociales en todo el país para recién luego enviar el proyecto al congreso. Pero los grandes medios se hacen los sordos y huyen del debate. Para hablar de ellos el cantautor Silvio Rodríguez diría: “La censura no existe mi amor; la censura no existe; la censura no; la censura; la …”.

DOS MODELOS DE PAÍS EN PUGNA
Por “La Voz de Irie”
23/3/09

El 30 por ciento de los ingresos por retenciones a la exportación de soja será repartido entre las provincias y los municipios. Esto se hará a través de la conformación del Fondo Federal Solidario. Según informó la presidenta Cristina Fernández los ingresos que se distribuirán ascienden aproximadamente a unos 6520 millones de pesos. El destino de este dinero deberá ser aplicado en infraestructura social: escuelas, viviendas, agua potable, cloacas y otras obras. La reasignación va directamente a sostener la actividad económica, el empleo e impactará en la calidad de vida de la gente. Si las retenciones a la soja se eliminasen, como continúan exigiendo las patronales del campo, ¿cuánta mejora económica para las provincias y los municipios se tendría que sacrificar? Medidas como esta, que avanzan en una incipiente pero efectiva distribución del ingreso, se chocan de frente con los intereses particulares de uno de los sectores que más vio crecer sus cuentas en los últimos años (llegando a cifras exorbitantes): el sector agropecuario. Pero no se trata de todo el campo sino de los grupos más concentrados de lo que se denomina la pampa húmeda, el centro de la argentina cuya fertilidad de tierras en comparación con las del resto del mundo está dando ganancias extraordinarias. Son los grupos de empresarios del campo aliados a las multinacionales que operan en nuestro país. Porque hay otro campo, el de los pequeños y medianos productores, cuya voz no es atendida por los grandes medios de comunicación, y que también se está organizando y que de a poco crece con el vigor de una semilla natural (no transgénica).
Representados por la Mesa de Enlace, las empresas agropecuarias parecen no conformarse con nada. Se bajaron las retenciones para el trigo y el maíz, se sacaron las retenciones para la leche en polvo y los lácteos, se otorgaron subsidios a los tamberos por litro de leche, subsidios de 200 pesos para criar al ternero overo, subsidio en granos para alimentar el ganado, se destinaron 7.000 millones de pesos en créditos blandos para los productores y una serie de medidas más. Pero no les alcanza. A esta altura es evidente que ni siquiera eliminando las retenciones a la soja cesarían sus reclamos porque detrás de todo, lo que plantean es un modelos de país más parecido a la argentina Agroexportadora de comienzos de siglo XX que a una Argentina Industrial y soberana.