RADIOTEATRO "Rosita y Juan"
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12 DE OCTUBRE: EL DESENCUENTRO ÍNTIMO DE AMÉRICA
América era un continente con un destino grandioso. Tenía en su vientre culturas resplandecientes como la Inca, la Maya y la Azteca que le daban una riqueza y una vitalidad única y que tenían mucho para aportar a otras culturas del mundo. Pero ese destino americano fue interrumpido por Europa y su razón transformadora, y su razón conquistadora. Lamentablemente Europa fue poco respetuosa con la cultura y la vida que crecían en América y se la llevó por delante, atropellándola, sin tenerla en cuenta, como un niño glotón y egoísta que choca a quien sea por conseguir un chupetín. Decimos lamentablemente, porque en lugar de una conquista podría haberse tratado de un encuentro de pueblos y culturas, de intercambio de saberes, de fiesta para todos y todas. Pero no fue así. Europa necesitaba de los metales preciosos de América para financiar su naciente capitalismo, y no tuvo cuidado ni con vidas humanas. El mayor genocidio y la mayor estafa mundial se llevaron a cabo en América a partir de entonces. Se calcula: cincuenta millones de aborígenes muertos entre guerras y enfermedades traídas del viejo continente. 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata se robadas a América, solamente entre el año 1503 y 1660, según el registro del Archivo de Indias. Entonces es imposible hablar de encuentro cultural. Si bien con el correr del tiempo los pueblos americanos enriquecieron sus culturas y sus tradiciones en la relación cotidiana con la cultura y tradición europea, conformando nuevas expresiones culturales, también es cierto que América ya no pudo retornar a su grandioso destino como continente y, por lo tanto, sus pueblos y pobladores oscilaron siempre entre la felicidad y la desdicha. Porque nunca dejaron de ser definitivamente colonias de un imperio. Y teniendo países dependientes es imposible la realización de un continente. Cuando decimos la realización del continente Americano hablamos de su desarrollo económico, cultural y espiritual. América no está cumpliendo su destino porque sigue siendo un país dependiente en la economía, en la cultura y por lo tanto en el espíritu. ¿Cuándo dejará de serlo? Habrá que verse. Lo cierto es que la historia americana desde 1492 hasta estos días está marcada por ese impulso de liberación. Porque la tierra, la pachamama puja por ser. Sabe que tiene un destino americano y mientras no se lo cumpla hará del vivir en su suelo una incomodidad, un desencuentro. Hubo momentos en que el pueblo americano estuvo más cerca de su realización. Pero siempre estuvo limitado por los intereses económicos imperialistas y sus aliados locales.
Y hoy, América, ¿en que situación se encuentra de esta lucha por ser? Creemos que es un momento más que favorable para avanzar en la integración latinoamericana que le de la fortaleza para recuperar su destino.
América era un continente con un destino grandioso. Tenía en su vientre culturas resplandecientes como la Inca, la Maya y la Azteca que le daban una riqueza y una vitalidad única y que tenían mucho para aportar a otras culturas del mundo. Pero ese destino americano fue interrumpido por Europa y su razón transformadora, y su razón conquistadora. Lamentablemente Europa fue poco respetuosa con la cultura y la vida que crecían en América y se la llevó por delante, atropellándola, sin tenerla en cuenta, como un niño glotón y egoísta que choca a quien sea por conseguir un chupetín. Decimos lamentablemente, porque en lugar de una conquista podría haberse tratado de un encuentro de pueblos y culturas, de intercambio de saberes, de fiesta para todos y todas. Pero no fue así. Europa necesitaba de los metales preciosos de América para financiar su naciente capitalismo, y no tuvo cuidado ni con vidas humanas. El mayor genocidio y la mayor estafa mundial se llevaron a cabo en América a partir de entonces. Se calcula: cincuenta millones de aborígenes muertos entre guerras y enfermedades traídas del viejo continente. 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata se robadas a América, solamente entre el año 1503 y 1660, según el registro del Archivo de Indias. Entonces es imposible hablar de encuentro cultural. Si bien con el correr del tiempo los pueblos americanos enriquecieron sus culturas y sus tradiciones en la relación cotidiana con la cultura y tradición europea, conformando nuevas expresiones culturales, también es cierto que América ya no pudo retornar a su grandioso destino como continente y, por lo tanto, sus pueblos y pobladores oscilaron siempre entre la felicidad y la desdicha. Porque nunca dejaron de ser definitivamente colonias de un imperio. Y teniendo países dependientes es imposible la realización de un continente. Cuando decimos la realización del continente Americano hablamos de su desarrollo económico, cultural y espiritual. América no está cumpliendo su destino porque sigue siendo un país dependiente en la economía, en la cultura y por lo tanto en el espíritu. ¿Cuándo dejará de serlo? Habrá que verse. Lo cierto es que la historia americana desde 1492 hasta estos días está marcada por ese impulso de liberación. Porque la tierra, la pachamama puja por ser. Sabe que tiene un destino americano y mientras no se lo cumpla hará del vivir en su suelo una incomodidad, un desencuentro. Hubo momentos en que el pueblo americano estuvo más cerca de su realización. Pero siempre estuvo limitado por los intereses económicos imperialistas y sus aliados locales.
Y hoy, América, ¿en que situación se encuentra de esta lucha por ser? Creemos que es un momento más que favorable para avanzar en la integración latinoamericana que le de la fortaleza para recuperar su destino.
