domingo, 23 de enero de 2011

Turismo Social

En esta época donde el calor y las ganas de viajar nos invaden como por mandato divino, el lunes pasado nuestro compañero Juan hizo una columna sobre el Turismo Social en nuestro país. He aqui ella:




A pesar de que hoy en día nos parece muy común que una familia planifique unas vacaciones y salga a visitar alguna playa, alguna montaña, algún río o algún familiar que vive lejos; esto no siempre fue así. La posibilidad de disfrutar de unas vacaciones pagas en algún momento de nuestra historia fue propiedad exclusiva de un sector reducido muy bien acomodado económicamente. Los sectores trabajadores recién conquistaron este derecho en los años del peronismo luego de largas luchas por mejorar la calidad de vida.

En 1945, el entonces coronel Perón tenía una idea definida y decía: “Pensamos estructurar el turismo social en forma que no sea un privilegio de los pudientes oxigenar o modificar su cuerpo después de un año de trabajo. El mar y la montaña deben ser accesibles a todos los hombres, ricos o pobres, porque la salud no reconoce distintos grados de necesidad; el obrero sin un desembolso que pueda perjudicarlo para el resto del año debe poder pasar 15 ó 20 días anuales en las playas o en las sierras.”

Entre los programas sociales impulsados por el gobierno peronista (1946-1955), un lugar destacado lo ocupó el sistema de turismo social, destinado a llevar esta práctica a los sectores trabajadores. Promovidos por las obras sociales y los sindicatos, se instalaron hoteles en Córdoba (imagen derecha), Bariloche y Mar del Plata. De esta manera, muchos obreros llegaron desde otras provincias a conocer el mar y disfrutar sus vacaciones en estas zonas.

Las playas se llenaron de laburantes, familias enteras disfrutaban de un merecido descanso luego de un año de trabajo. Son los “cachudos con los Torinos” decían las señoras de la sociedad rural horrorizadas frente a este aluvión zoológico que rompía con la exclusividad de esas playas que en realidad pertenecen a todos.

Hace diez años visité esta ciudad y en ese entonces era un lugar de privilegio, donde los pudientes de todo el país venían a descansar los ocios de toda la vida y de todo el año. (Ahora) bastaría decir que el 90 por ciento de los que veranean en esta ciudad de maravilla son obreros y empleados de toda la patria.” Decia el líder del Justicialismo

Las principales reformas incorporadas en la reforma constitucional de 1949 incluían los derechos del trabajador, la familia y la ancianidad, el derecho a la propiedad privada con una función social y el capital al servicio de la economía nacional impulsadas por el mismo Juan Domingo Peron.

En este contexto Perón inauguró en 1948 el complejo turístico de Chapadmalal (entre Mar del Plata y Miramar), una colonia muy completa con 19 hoteles (uno de ellos especial para los chicos), dotada de asistencia médica gratuita, cines y galerías comerciales.

A partir de 1948 los sindicatos comenzaron a inaugurar hoteles en esa localidad balnearia, transformando paulatinamente el paisaje de las playas, que se poblaban de obreros en vacaciones. El apogeo del turismo social duró hasta finales de la década del 80, cuando comenzó su decadencia, en gran medida debido a la aplicación de las políticas neoliberales. Luego, con los nefastos años noventa, pocos hoteles sindicales quedaron en pie.

Hoy en día los sectores populares comienzan a disfrutar nuevamente la posibilidad de disfrutar de este derecho fundamental. Año tras año se superan los récords de ocupación y consumo en la costa atlántica y en el resto de país en general.

Los trabajadores vuelven a decir presente. No se va a volver a retroceder en lo conquistado. Seguiremos avanzando para conseguir eso que tanto queremos: la felicidad del pueblo.